En los últimos años, la tecnología ha mantenido un crecimiento constante en su innovación, convirtiéndose en un fenómeno mundial incontenible, con la finalidad de comunicar, conectar, reducir los efectos de la emergencia climática y la urbanización desmedida.
De ahí que a finales del siglo xx se creara el concepto de ciudades inteligentes, que une a los habitantes de una ciudad a través de su infraestructura con el uso eficaz de la tecnología.
Actualmente, las ciudades inteligentes tienen la finalidad de utilizar de forma eficiente las nuevas tecnologías, incorporar comunicaciones amigables en la población e implementar el uso de las energías limpias.
Las TIC y las ciudades inteligentes
Las ciudades inteligentes trabajan con el apoyo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), encargadas de capturar y almacenar la big data de la población mediante los diferentes dispositivos e internet.
El objetivo de trabajar en conjunto, es obtener la mayor cantidad de información para tener un funcionamiento óptimo en la ciudad, desde la incorporación de sistemas fotovoltaicos en edificios, semáforos y alumbrado público, como algunos ejemplos, hasta la automatización de vehículos.
La electrificación impulsando la transformación energética
La industria se encuentra en una transición constante y en los últimos años han impulsado la innovación tecnológica hacia los motores eléctricos y sistemas fotovoltaicos para adoptar un futuro más sostenible.
Tal es el caso de la electrificación, que ha puesto mayor atención en la energía fotovoltaica, con el fiel propósito de modificar las formas de consumo y crear un sistema energético limpio, asequible y justo tanto para los habitantes como para el medio ambiente.
Unir la electrificación con las energías renovables puede ofrecer soluciones amigables, capaces de moderar o corregir los altos consumos de energía de todas las ciudades.